En 1577 recibió el nombre de real del Monte y fue hasta después de 1824 cuando cambió a Mineral del Monte.
Atractivos:
Se puede pasear por sus inclinadas calles adoquinadas y disfrutar la vista de las casas multicolores, algunas de las cuales han remodelado sus interiores para dejarlos como estaban hace más de un siglo.
Resulta muy interesante visitar su templo del siglo XVIII y recorrer sus calles. Destacan las torres y arcos que dan acceso a las minas de plata más importantes del Estado de Hidalgo: La Rica, La Purísima, La Dificultad y Dolores. A 16 km de ahí y rodeada por un hermoso bosque con frondosos árboles de pino y oyamel se encuentra el paraje Piedras Cargadas, llamado así debido a las enormes y caprichosas formas que adquieren los basaltos columnares que se encuentran distribuidos en un espacio aproximado de tres hectáreas.
Aquí se puede practicar el campismo, escalada en roca o estimulantes caminatas. El Panteón Inglés es un sitio lleno de magia misterio y originalidad, en donde se encuentran sepultados exclusivamente anglosajones y cuyas tumbas están orientadas hacia Inglaterra; desde su cima se pueden admirar estupendas vistas de la población.
Artesanías:
En mineral del Monte se pueden encontrar artículos de plata como pulseras, brazaletes, reproducción de monumentos y joyería en general. De hecho en la segunda quincena de julio se lleva a cabo el festival de la Plata, que presenta eventos culturales y una interesante muestra de productos elaborados en plata.
Gastronomía:
Es imprescindible probar los 'pastes', suculentas empanadas regionales que los mineros ingleses heredaron a esta región. Deliciosa resulta también la 'tachuela', una bebida refrescante preparada con oporto, jerez y aguardiente ( es servida en bares o restaurantes).
Fuente: Gobierno del Estado de Hidalgo
Origen del nombre: El origen de Mineral (o Real) del Monte data de la época colonial hacia el año 1531. Pero mucho antes del arribo de los conquistadores, "El Real" que estos llamaron del Monte, fue conocido por los otomíes con el nombre de Maghotsi, "paso alto"; del otomí Ma: "altura" y Ghotsi: "portillo o paso", por ser la región más alta que cruzaban quienes se dirigían a Tenochtitlan. Según lo describe don Juan José Quiroga, inicialmente este lugar fue conocido como antiguo San Phelipe y se asegura que el nombre de Mineral del Monte lo adoptó la fundación del pueblo, pero en el transcurso de la dominación española cambió por el de "Real del Monte", debido a la costumbre establecida durante la Colonia de llamar así a todo lo que se encontraba bajo el dominio de la corona española, particularmente en los centros mineros.
> Ubicación: El municipio de Mineral (o Real) del Monte se localiza en el Corredor Turístico de la Montaña, en el estado de Hidalgo, a 20°08´ latitud norte y a 98°40´ longitud oeste del meridiano de Greenwich; al norte de la parte central del país, al sur de la planicie costera nororiental, al oeste de la Sierra Madre Oriental y al noroeste de la altiplanicie meridional.
Es una de las regiones habitadas más altas del país, pues tiene una altitud de 2 660 m sobre el nivel del mar. Colinda, al norte con Mineral del Chico; al sur con Epazoyucan y Pachuca; al oriente con Omitlán de Juárez, y al poniente con Pachuca. El municipio cuenta con una superficie de 77.10 kilómetros cuadrados.
Mineral del Monte se ubica en el sistema montañoso denominado Sierra de Pachuca, que atraviesa los distritos de Actopan y Atotonilco El Grande, para terminar en el de Zacualtipan, integrando con la Sierra Madre Oriental el más importante nudo de la orografía hidalguense; de las prominencias localizadas dentro de los límites del municipio destaca la admirable "Peñas Cargadas".
Debido principalmente a su notable altura, predomina el clima frío. La región se nubla con facilidad y llueve con frecuencia; durante el invierno se acentúa el frío y ocasionalmente nieva, ofreciendo un espectáculo de ensueño. La precipitación pluvial anual asciende a 951 mm y la temperatura media anual es de 12.1 grados centígrados.
> Historia: Antigua sede de las compañías mineras inglesas, Real del Monte es una de las más bellas poblaciones de la región.
Desde mediados del siglo XVI, cuando sus minas fueron registradas, se inició una febril actividad que pronto atrajo a numerosos aventureros deseosos de enriquecerse. Más tarde, las minas de Real del Monte serían abandonadas a causa del peligro que representaba la gran cantidad de agua del subsuelo. A finales del siglo XVII, José Alejandro Bustamante y Pedro Romero de Terreros emprendieron de nuevo la explotación de las minas, construyendo un gran socavón para el desagüe. Bustamante fallece antes de concluirse la obra, pero Romero de Terreros obtiene tan grandes riquezas que otorga a la corona española un préstamo de un millón de pesos y obsequia al rey varios buques de guerra. A la muerte de don Pedro, la actividad minera decae de nuevo hasta 1824, cuando México, ya independiente, se abre a la inversión extranjera y un grupo de ingleses arriendan las minas para trabajarlas. No obstante, que logran extraer el agua con máquinas de vapor, veinte años más tarde sobreviene un nuevo fracaso por los altos costos de operación y por la baja calidad del mineral.
Los ingleses ceden la explotación a empresarios mexicanos, pero, a principios del siglo XX, el derecho de explotación es adquirido por una empresa estadounidense que logra un alto nivel de productividad. En la década de los treinta, México, en gran parte gracias a las ganancias de Real del Monte, se convirtió en el primer productor mundial de plata.
> Población: La mayoría de su población se dedica al comercio y, en los últimos años, con gran ahínco, a la atención turística.
> Sitios de interés:
Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción
Los franciscanos fundaron este conjunto en el siglo XVI, el cual fue remodelado posteriormente. El templo actual se levantó a finales del siglo XVII y principios del XVIII, su fachada es de estilo barroco sobrio y exhibe, en el segundo cuerpo, un bello relieve de la Asunción, trabajado en cantera.
Capilla de la Santa Veracruz
En 1584 se fundó la cofradía de la Santa Veracruz y se construyó una discreta capilla que fue demolida a finales del siglo XVII. Entre 1718 y 1736 se realizó la edificación que hoy se conserva. La fachada posee una torrecita al sur, su sencilla portada barroca tiene un par de columnas en ambos lados del arco de la puerta. El interior conserva dos bellos retablos dorados, fabricados en la segunda mitad del siglo XVIII. Uno, aunque deteriorado e incompleto, es anástilo, de la última etapa del barroco, y el otro, de dos cuerpos, ostenta columnas estípites y las esculturas de Santa Ana y San Joaquín. Se localiza al sur de la plaza principal.
Museo de Sitio Mina de Acosta
Antigua mina que ha sido acondicionada como museo. Posee una notable riqueza en material de arqueología industrial. Se han realizado importantes trabajos de museografía en lo que fueron las bodegas, los cuartos de máquinas y un socavón de 400 m que el visitante recorre equipado con casco, lámpara, botas y overol minero. La Mina de Acosta se caracteriza porque tiene una de las chimeneas mineras más antiguas y mejor conservadas. También vale la pena recorrer lo que fue la Casa del Superintendente, la cual posee mobiliario original de la época inglesa; hay también una librería y venta de postales y de souvenirs. Se sitúa en el Antiguo Camino a Guerrero s/n, en Real del Monte.
Panteón Inglés
Construido por los habitantes ingleses que llegaron a Real del Monte a finales del siglo XIX, el panteón es un sitio misterioso y lleno de nostalgia en el que todas las tumbas, según la tradición, están orientadas hacia la Gran Bretaña, excepto la del payaso Ricardo Bell, quien ordenó que su lápida, "diera la espalda" a las de sus desdeñosos paisanos. Dicen que los ingleses que se encuentran fuera de su país tienen la costumbre de orientar sus tumbas en dirección a la Gran Bretaña. Al respecto, Richard Bell, el primer payaso en México, en protesta por el desprecio de sus paisanos, ordenó que su tumba fuera orientada en sentido opuesto. Así, hoy se puede ver que su tumba es la única que contradice el orden geométrico del cementerio. Se encuentra en Real del Monte.
> Fiestas: Real del Monte es, aun sin quererlo, una celebración constante a lo largo del año; las fiestas se suceden y se colorean con sus aires y sus sueños. Comienzan el 31 de diciembre con la llegada del Año Nuevo, el cual se recibe con fiestas, bailes populares y fuegos artificiales.
En la época del auge minero en México, Hidalgo fue uno de los estados con mayor actividad, destacando el municipio de Mineral (o Real) del Monte. Para los mineros de este lugar su patrono era el Señor de Zelontla, a quien le dedicaron un templo y una fiesta. Desde entonces, y a pesar de que ya no se dedican a la minería, los pobladores siguen celebrando la Fiesta del Dulce para venerar a su patrono, con una procesión religiosa llena de momentos que nos transportan en el tiempo.
En junio, con la finalidad de rescatar y dignificar la celebración del Día del Minero, difundir los diversos espacios y atractivos turísticos de Real del Monte, buscar el reconocimiento local y regional de la producción orfebre-artesanal de la platería, motivar a los artesanos plateros a crear piezas artísticas con identidad propia, así como captar un mayor numero de visitantes, es como desde 1999, se ha realizado año tras año el Festival de la Plata en Real del Monte.
> Gastronomía: En la mesa de Real del Monte, vive el sincretismo de sus años y sus días, un ejemplo supremo de esto es la tradicional empanada hecha a base de harina, manteca o mantequilla y sal, rellena de carne de res, papa y poro o cebolla: el paste.
Su nombre es una degeneración de la palabra pastry, ya que éste era el antaño almuerzo de los mineros ingleses.
> Artesanía: En Real del Monte, el fruto del trabajo es la tierra. Aquí la plata y la madera, trabajadas de la manera más exquisita y caprichosa, se conjugan para despertar la atracción del visitante. Caminar por las calles es encontrar en los recodos más inesperados, esa pieza que resume nuestra experiencia en las alturas del pueblo, es saber que en Real del Monte, en manos de sus artesanos, el único fruto es la tierra.