Batalla de Puebla
Dejando en su campamento una fuerza respetable, en el cuerpo del 99º de Línea, los franceses esquivan el combate a campo raso y desprenden una pequeña guerrilla por su izquierda, al tiempo que mueven por su derecha una gruesa columna de cuatro o cinco mil hombres entre las Haciendas de Amalucan y Los Álamos, avanzando a lo largo del camino e iniciándose la pelea frente a la Garita de Amozoc.
Zaragoza comprendió de inmediato el plan de Lorencez y dio las contraórdenes convenientes. Berriózabal avanza a paso veloz entre las rocas y se sitúa entre la hondonada que divide Loreto y Guadalupe; Antonio Álvarez, con los Carabineros de Pachuca, protege la izquierda de los reductos.
21-MAY-2006
Batalla de Puebla
La línea de batalla mexicana forma un ángulo que se extiende desde Guadalupe hasta la Plaza de Román, frente a las posiciones enemigas.
Sobre el camino que conecta a la ciudad con la Garita de Amozoc se dispone La Madrid, protegiendo con las tropas potosinas a dos piezas de artillería. La derecha la cierra Díaz con la División de Oaxaca y los Lanceros de Toluca y Oaxaca.
Los franceses continúan su avance, colocando sus baterías frente a Guadalupe y devuelven el fuego mexicano que nace de aquella posición.
Zuavo (Francés)
Los zuavos (regimiento de infantería francesa) ascienden entre Guadalupe y Los Álamos, perdiéndose de la vista de los fusileros mexicanos. De repente, aparecen frente al Fuerte de Guadalupe, el cual rompe fuego de fusil sobre la columna, que para en seco ante el fuego mexicano.
Batalla de Puebla
En ese instante, Berriózabal da la bienvenida con bayoneta calada a los zuavos, quienes se retiran en buen orden hasta ponerse fuera de tiro.
Un momento fue suficiente para que repusieran su moral y se lanzaran de nueva cuenta en pos de Guadalupe.
Los franceses, apoyados por el Primero y Segundo Regimiento de Infantería de Marina, se abalanzan sobre la línea mexicana, que los recibe a la bayoneta. Negrete, (del que se dice que exclamó “Yo tengo patria antes que partido” pronunciado el día anterior, al presentarse frente a Zaragoza y rogándole le dé un mando[cita requerida]), al ver a los franceses vacilar frente al fuego de los fortines, grita a todo pulmón a los centenares de indígenas Zacapoaxtlas, del 6º de la Guardia Nacional de Puebla: “En el nombre de Dios, ahora nosotros..." Saltando del parapeto, carga a paso veloz sobre los franceses, sorprendiendo a los soldados franceses ante los indios poblanos armados de machetes, lanzas, hoces, trinchetes y demás instrumentos de labranza, y trabando combate a fuego y arma blanca, logran las mexicanas banderas bellos triunfos... La columna francesa es rechazada de Guadalupe y en Loreto son contenidas otras columnas asaltantes, varias veces, mientras las baterías francesas prosiguen su fuego sobre los cerros, contestado por la artillería mexicana en lo alto de Guadalupe, logrando que los franceses retrocedieran de nuevo.
14-JUL-2005
Batalla de Puebla
En aquel momento, el Coronel Rojo avisa a Álvarez que era tiempo de que la Caballería Mexicana entrara en acción para alcanzar una victoria completa. Cargan sin piedad los Carabineros de Pachuca sobre los restos de la columna, disparando sus carabinas y lanzando mandobles de sable sobre los franceses, quienes se retiran en buen orden a su campo.
A las dos y media de la tarde llega el primer Parte de Guerra a la capital:
Se ha roto el fuego de los dos lados y cae un fuerte aguacero.
Zaragoza
Los capitalinos respiran aliviados. ¡¡Puebla no les había abierto las puertas!! Pero Zaragoza ya no podría contar con los dos mil hombres que había enviado a Atlixco dos días antes, con los cuales O´Horan batió a los reaccionarios de Márquez, impidiéndoles el auxilio a los franceses. Y cómo lamentaba el pueblo la explosión ocurrida en la Colecturia de Chalchicomula que privó a Zaragoza de mil trescientos de sus hombres más experimentados.
Batalla de Puebla
Lorencez se dispone a dar el último asalto, organizando una columna con los Cazadores de Vincennes y el Regimiento de zuavos y dirigiéndola a Guadalupe, mientras pone en marcha una segunda compuesta con los demás cuerpos, excepto el 99º de Línea, en reserva; la segunda columna ataca la derecha de la línea de Zaragoza.
A ésta le salen los Zapadores al mando de La Madrid y se traba un terrible combate de bayonetas. Una casa situada en la falda del cerro es el objetivo. Los franceses la toman y se guarecen en ella, pero son desalojados por los Zapadores; la tornan a recobrar y de nuevo son expulsados de ella por valientes tropas de La Madrid. El Cabo Palomino se mezcló entre los zuavos y se batió cuerpo a cuerpo con los arrogantes soldados franceses, y se posesiona de su estandarte como botín de guerra al caer muerto el portador del mismo.
Gral. Porfirio Díaz Mori
Una fuerte tormenta cae sobre el campo, reblandeciendo el terreno, difícil de mantener para las tropas francesas, al tiempo que Zaragoza mandaba el parte telegráfico a la Presidencia en Ciudad de México. Envía al Batallón Reforma en auxilio de los cerros donde Zuavos y Cazadores disputaban la victoria. En Loreto había un cañón de 68 que causaba enormes estragos en la filas francesas. Los zuavos hacen un empuje desesperado y se abalanzan sobre la pieza. El artillero, sorprendido por la rapidez de la columna gala, tiene en sus manos la bala de cañón que no alcanzó a colocar en la boca de fuego. Aparece frente a él un zuavo, y tras éste, el resto del cuerpo que, una vez apoderados de ese fortín, levantarían la moral francesa y podría perderse la victoria conseguida. El artillero, arrojó la bala al soldado francés, que herido mortalmente por el golpe en la cabeza, rodó al foso del parapeto. Con esto los zuavos, por orden del Conde Lorencez retrocedieron, perseguidos sin cuartel por el Reforma.
Cuando la segunda columna llega a Guadalupe, protegidas por una formidable línea de tiradores, Porfirio Díaz que acude en auxilio de los Rifleros de San Luis, que estaban a punto de ser rodeadas por el contrario. Movió en columna al Batallón Guerrero, a las órdenes de Jiménez, ganándole el terreno a los franceses, trabándose un combate cuerpo a cuerpo y retrocediendo los asaltantes.
Miguel Negrete con Porfirio Díaz
En apoyo del Guerrero, que se dejó ir demasiado lejos en persecución, Díaz envió a las tropas de Oaxaca, con los Coroneles Espinoza y Loaeza a la cabeza, dando impulso a los mexicanos, que expulsaron al enemigo de las cercanías. El éxito alentó a Porfirio, que destacó al Morelos con dos piezas de artillería a la izquierda, mientras por la derecha los Rifleros de San Luis se reponían de la pelea, antecedidos por una formidable Carga de Lanceros, dirigida por el mismísimo Díaz, que desbarató las filas del enemigo; Díaz quedó dueño del campo y necesitó repetidas órdenes de Zaragoza para regresar a sus posiciones.
En aquéllos momentos las columnas de Lorencez bajaron de Guadalupe en completa dispersión, rechazadas en su última intención y se replegaron a la Hacienda de San José. Se dice que Lorencez no pudo evitar el llanto de la derrota, con lo que decidió retirarse hacia Amozoc.
Benito Pablo Juárez García
Consecuencias
En Palacio Nacional de Ciudad de México, Juárez y el resto del pueblo pasaban por un trance terrible. No tenían noticias de Puebla y el Gobierno había hecho salir precipitadamente al General Antillón al mando de los Cuerpos de Guanajuato, quedando como guardianes de la Capital sólo dos mil hombres del Regimiento de Coraceros Capitalinos y algunos centenares de milicianos pobremente armados. Si las tropas guanajuatenses se perdían, la Capital caería sin remedio. A las 5 y 49 minutos de la tarde volvió haber noticias de Zaragoza.
Benito Juárez García
Este es el mensaje enviado:
Puebla, Mayo 5 de 1862. – Recibido en Ciudad de México a las cuatro y quince minutos de la tarde - General Ministro de la Guerra – Sobre el Campo a las dos y media – Dos horas y media nos hemos batido – El enemigo ha arrojado multitud de granadas – Las columnas sobre el cerro de Loreto y Guadalupe han sido rechazadas, seguramente atacó con cuatro mil hombres – Todo su impulso fue sobre el cerro – En este momento se retiran las columnas y nuestras fuerzas avanzan sobre ellas. – I. Zaragoza
Gral. Ignacio Zaragoza
Puebla, Mayo 5 de 1862. – Puebla a las cinco y cuarenta y nueve minutos de la tarde – General Ministro de la Guerra – Las Armas del Supremo Gobierno se han cubierto de gloria; el enemigo ha hecho esfuerzos supremos por apoderarse del la plaza, que atacó por el oriente de izquierda y derecha durante tres horas; fue rechazado tres veces en completa dispersión y en estos momentos está formando su batalla fuerte de cuatro mil y pico de hombres, frente al cerro de Guadalupe, fuera de tiro. No lo bato como desearía, porque el Gobierno sabe que para ello no tengo fuerza bastante. Calculo la pérdida del enemigo, que llegó hasta los fosos de Guadalupe en su ataque, en 600 y 700 entre muertos y heridos; 400 habremos tenido nosotros.
Sírvase dar cuenta de este parte al Ciudadano Presidente de la República.
Libertad y Reforma. Cuartel General en el Campo de Batalla
General Ignacio Zaragoza.
14-MAR-2009
Batalla de Puebla
Al finalizar la batalla, los franceses contabilizaban 476 muertos y 512 heridos. El Ejército de Oriente perdió 83 hombres, cerca de 250 heridos y 12 desaparecidos. El día 6, ya con los refuerzos de Guanajuato en los fortines, Zaragoza esperaba un nuevo ataque de Lorencez, pero éste, el 8, formó sus trenes y se retiró para San Agustín del Palmar, siendo saludado por la artillería republicana y la Banda de Guerra de los Carabineros, quienes tocaron Escape.