La noticia fue la gente. Rondaban las 0.00 horas cuando Paul Hewson, alias Bono, predicador laico, prohombre de las causas perdidas, comunicador nato, eventualmente cantante, miró al cielo y dijo: "What a night!" ("¡Vaya noche!"). Ante él, absortas en cada uno de sus movimientos, 55.000 almas vivían un éxtasis cercano al místico.