El Monasterio de El Escorial fue construido por Felipe II para conmemorar la victoria en la Batalla de San Quintín el 10 de agosto de 1557 (día de San Lorenzo)sobre las tropas de Enrique II de Francia y como lugar de enterramiento para sus padres Carlos I e Isabel de Portual, para él y todos sus sucesores. El Rey confió el Monasterio a la Orden de San Jerónimo, hoy lo regentan los Agustinos.
Se iniciaron las obras el 23 de abril de 1563 bajo la dirección del arquitecto Juan Bautista de Toledo, que murió en 1567. Continuó un disciípulo suyo Juan de Herrera quien terminó la construcción en 1584.
El 2 de noviembre de 1984 la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad.