El opositor Partido Popular (PP) clausuró ayer domingo en Madrid una Convención a la que asistieron más de 3 mil cargos electos con duras críticas al gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero por su política antiterrorista y sus reformas territoriales.
El líder del PP, Mariano Rajoy, advirtió a Rodríguez Zapatero de que el futuro de España se puede ver comprometido por "errores de difícil arreglo", en referencia a la disposición del Ejecutivo a dialogar con la banda terrorista ETA, si abandona las armas, y a la reforma del Estatuto de Autonomía de Cataluña.
"Como país hemos dilapidado estos dos últimos años", dijo Rajoy, que alabó los logros del Ejecutivo de su antecesor, José María Aznar, que tuvo un visible protagonismo en esta reunión, cuyo principal invitado extranjero fue el ministro del Interior francés y líder de la Unión por un Movimiento Popular Nicolas Sarkozy.
Tras acusar a sus rivales socialistas de "hacer tabla rasa del pasado y establecer otras prioridades", el líder del PP afirmó que lo más preocupante deRodríguez es que "no tiene ningún plan" ni margen de maniobra por las exigencias de sus socios nacionalistas.
Con estos argumentos, ofreció al Gobierno la posibilidad de llegar a acuerdos, pero siempre con la condición de que "rectifique" lo que presentó como errores de su gestión.