El gran templo de Tenayuca tuvo diferentes épocas de construcción. Durante la quinta etapa se construyeron los altares del norte y del sur, frente a los que se levantaron la imágenes de dos grandes serpientes enroscadas con crestas o coronas de estrellas; se conocen como Xiuacóatl o serpientes de fuego y están relacionadas con el culto al sol. Las serpientes estaban orientadas con respecto a ciertas constelaciones estelares, y a los puntos por donde se oculta el sol en los equinoccios y solsticios.