"Es el monumento más interesante, fuera de los de Italia, para el conocimiento del Renacimiento del S XV en la escuela florentina". Consta de 53 tablas que representan algunas escenas de la Virgen, pero la mayoría se refieren a la vida de Jesucristo. Fue terminado en 1445, de autor desconocido, aunque existen razones para atribuirlo a Nicolás Florentino.